sábado, 30 de octubre de 2010

Lo que escribió el director de Barcelona...

Soy un lector compulsivo de la Barcelona, la compro cada 14 días, todos los jueves a la noche, la leo entera, todas y cada una de las notas, y el resto de la quincena lo dedico a leer libros o lo que sea, pero primero la Barcelona.
Hoy me topé con lo que escribió Marchetti, su director, respecto a Kirchner, su muerte y su legado. Cuando lo leía pensaba por qué a mi no se me ocurren ni la mitad de las cosas... El que leyó lo mio de hace dos días verá algunas ideas esbozadas, pero la claridad y contundencia que alcanza él me quedaron lejísimos.
Como sea, se los recomiendo a todos, y de mi parte suscribo cada palabra: "cómo no iba a estar acá?"


NOSOTROS

por Pablo Marchetti
 Para Claudia Acuña, con amor peronista

En el final de la cola, unos ocho metros antes del féretro, en uno de los corredores de la Casa Rosada, una piba llora. Sí, una piba: 16, 17 años, como mucho. Divina, cándida, antelical. Una chica que bien podría uno imaginarse llorando así con una novela del Cris Morena Group o con la llegada de los Jonas Brothers, aunque un poco más hippona. Si Néstor Kirchner hubiera sabido que lo iba a llorar una piba así capaz que no se moría.
Ok, lo que acabo de decir es una reflexión machista, pelotuda, lo que quieran. Olvídense. Pero a ver si queda claro: la plaza de Mayo y sus alrededores se llenó de pendejas y pendejos divinos, pibes muy chiquitos, adolescentes y jóvenes conmovidos por la muerte de Kirchner. Pibes que transformaron en hit el canto “andate Cobos, la puta que te parió”, o su versión extendida: “Andate Cobos y llevate a la Carrió”. O sea, pibes y pibas que hicieron su lectura política del asunto. Pibes y pibas militantes.

Todos putos
Un pibe escribe con aerosol, en el piso, sobre la avenida de Mayo, casi Bernardo de Yrigoyen, Néstor VIVE, y sobre cada una de las V de la palabra VIVE escribe una K, reemplazando la P peronista del PERÓN VUELVE. Me río: se lee KK. O sea, caca. Evalúo por un momento la posibilidad de compartir mi hallazgo con el pibe que escribe con aerosol. Y lo imagino contestándome: “De caca te voy a llenar la cabeza, puto”. Pero no, descartado. El pibe no diría eso. Parece más un pibe que pudo estar tomando un colegio anteayer. Más rockero que cumbiero. Clase media porteña, laburante. El pibe de la fotocopiadora, ponele. Hasta es probable que ni sea peronista. Nada de “eh, puto”. Y menos ahora que a su lado pasa una columna (bueno, un grupito con pancarta), unas treinta personas que llevan orgullosas el cartel que dice “Putos peronistas”.
Sí, los putos y las travas también. En la fila, a ocho cuadras de Plaza de Mayo, está Marlene Wayar, la hermosa Marlene, altísima, flaca, ojos enormes, sonrisa transparente, la voz más lúcida de la diversidad sexual, el pensamiento más sexy del país, una travesti que no cree en el matrimonio pero cree en la igualdad. Quién lo hubiera dicho, Marlene en la fila para ver a Néstor. ¿O debo decir “en la cola”? Sí, Marlene en la cola de Néstor, que esta noche es también promiscua y libertina. Que esta noche es todos con todos, todas con todas, todos con todas, todas con todos, todo con todo. Esta noche, la del pastiche que supimos conseguir. Unámonos. Abracémonos. Te amo, Marlene. Qué bueno que estés acá.

Noche de abrazos
Esta es una noche de abrazos. Me abrazo con Marlene, me abrazo con Claudia Acuña (bueno, con Claudia siempre nos abrazamos), me abrazo con Mariana Collante, me abrazo con Eduardo Anguita (sí, aquí estoy, Eduardo, ¿dónde iba a estar?), me abrazo con Dani Tavarone (Dani, qué linda sorpresa, tanto tiempo), me abrazo con Maxi Vecco (responsable de los videos de ¡Mueva la patria!), me abrazo con mi compadre falopero Felcho Marquestó (nos encontramos de casualidad; él fue a la plaza con Ramón, su hijo de 8 años), me abrazo con el gran Poroto D’Addario, exquisita pluma chabona de Página 12, que está haciendo la cola a la altura de Bernardo de Yrigoyen entre Avenida de Mayo y Rivadavia, me abrazo con Juampi Pichetto, a quien hace años que no veo, y en qué andás, y me cuenta que está haciendo Clase Turista, y me alegro, qué buen programa, y nos fumamos esa tuca que queda, qué bueno vernos, pensamos, y claro, cómo no íbamos a estar acá.
Aquí estamos. Con esa bola de nervios, esa bola de cagazo y esa bola de emoción al vernos, al constatar eso, que aquí estamos. Somos bien distintos y de repente nos damos cuenta de que también podemos ser bien iguales. O que, bueno, esto es lo que nos une. Que no debería haber rencores a partir de esto. Que sí, después da para discutir, para cagarnos a puteadas, a bardearnos, a mandarnos  a la concha de nuestras madres o a la puta que nos parió, que si ya llegaron los putos es probable que en cualquier momento también lleguen las putas peronistas, y tampoco tengamos miedo a volvernos un poco trogloditas (o a seguir siendo peronistas, como prefieran), ahora que todos estamos aprendiendo a ser más correctos. Pero siempre teniendo en cuenta esta noche. A bardear, a discutir, pero sabiendo cual es nuestro lugar en el mundo, dónde vamos a marchar cuando las cosas se pongan pesadas.  Pensemos en Néstor.

Pensemos
Eso, pensemos en Néstor. No por obligación, sino porque eso es lo que nos sale: pensar, reflexionar, intentar hacer política. Porque después del abrazo, del reconocernos, de la certeza a mitad de camino entre el “qué bueno que estás acá” y el “claro, cómo no ibas a estar acá”, llega la discusión, la reflexión. Si hay algo para lo que sirvió esta noche es para constatar un par de cosas que, hasta hoy, no eran más que cuestiones que se afirmaban sobre la intuición. Ahora nos damos cuenta que era verdad, que la política había vuelto, que la militancia había vuelto. Y esta, la noche del Chau Néstor es la noche de la política y la noche de la militancia.
La vuelta de la política. La vuelta de la militancia. La vuelta de los pendejos a la militancia. Pensemos en Néstor. No, no fue Néstor quien construyó todo esto. Si Néstor fue apenas un gobernador peronista de los 90. Un gobernador de una provincia petrolera que estuvo en la primera línea de combate de la privatización de YPF. Un aliado de Menem y Cavallo. Un tipo al que, antes de llegar a ser presidente, jamás le importó lo que decían los movimientos de derechos humanos, que jamás se preocupó por los crímenes de la dictadura y que, encima, era el candidato de Duhalde.
Sin embargo, Néstor no sólo no defraudó, sino que sorprendió. Uno no esperaba casi nada y el tipo se mandó con varias cosas inéditas y esperanzadoras. Y siguió, aunque todas podrían resumirse en una: no tengo claro si Kirchner era mi amigo, pero estoy seguro de que irritaba a mis enemigos. No sé si a todos (las críticas que tuve, tengo y tendré tienen que ver con eso, con aliados impresentables), pero sí a muchos. Demasiados para los que nos tenía preparada la historia argentina. Y estas cosas sólo se pueden medir en perspectiva histórica.

Juan Domingo K
Más allá de las críticas que puedo tener, creo que Néstor Kirchner (él y Cristina) fue el mejor presidente de la Argentina en los últimos 50 años. O, más precisamente, el mejor desde Perón, desde el primer peronismo, el de los 50. O, para decirlo en términos más constatables, fue el que más se enfrentó a mis enemigos y a los enemigos de toda la gente que vino esta noche. Por eso hay tanta gente que dice “yo no lo voté, pero aquí estoy”, “yo no soy peronista, pero aquí estoy” o “yo soy de izquierda, pero aquí estoy”, como me dijo el pibe que subía al lado mío por las escaleras mecánicas del subte E, cuando llegué a la plaza el jueves a la tarde.
Sí, el mejor desde Perón. Juan Domingo Perón, para más datos. Un milico con simpatías por el Eje durante la Segunda Guerra Mundial, que participó en los primeros golpes de Estado de la Argentina, como oficial del Ejército. Un tipo del que no había mucho que esperar, o más bien de quien se podía esperar lo peor. Sin embargo…
Como Perón, Kirchner hizo mucho más que lo que se esperaba de él. Pero hay algo más que identifica a ambos líderes, a ambos presidentes. Está claro que el peronismo es algo mucho más trascendente, mucho más complejo y mucho más rico que la figura de Juan Perón. Pues bien, si el kirchnerismo es esta plaza, si son esos pibes (y también esos señores, esas señoras, esos laburantes, esos viejitos, esos putos, esos fumones, esos oficinistas, esos fans de 678, esos flacos que se están tomando una birra, toda esa gente que hace seis, ocho, diez horas que está haciendo la cola para pasar 30 segundos a cinco metros del ataúd cerrado donde está el ex presidente), está claro que ese movimiento político y social trasciende con creces a Néstor Kirchner.
No, Néstor no construyó todo esto, pero Néstor fue quien lo leyó. El emergente y, al mismo tiempo, quien abrió el juego. Olvidémonos de la lista de virtudes (Corte Suprema, estatizaciones, juicios a los represores de la dictadura, asignación universal, integración continental) y defectos (pejotismo, mineras, petroleras). En otro momento podemos discutir todo eso. Ahora es el momento de centrarse en el principal logro de este Gobierno: la militancia.

A lo chori
 Chipa, chipa”, grita la paraguaya, sentada en un banquito, con su puestito improvisado donde vende el modesto manjar guaraní. Chipa y no chipá, que quede claro. Acaba de llegar, son las once de la noche. “A la rica chipa”. A su lado, una mujer vende pósters con la foto de Néstor y Cris, y papeles y fibrones. ¿Para qué? Lo aclara en el papel que tiene escrito: “Néstor, siempre con vos”, dice el papel, escrito con fibrón. Que cada uno escriba lo que quiera, pero que todo el mundo sepa que puede escribir cosas como esa, como una forma de hacer catarsis o de romper el cerco mediático de Clarín.
Más allá, un tipo comienza a prender la parrilla. “El chori y el paty salen como piña”, me dice un parrillero que está prendiendo otro fuego porque ya agotó stock y va por el ballotage. Se venden también banderas, cintas negras, escarapelas. Y para beber, gaseosas, cerveza, café. Me cuenta Mariano Lucano (estoy caminando por avenida de Mayo con él y con Flavia, su novia) que en el entierro de Alfonsín (no, no fui) no había choris ni nada de eso. Pero que, a cambio, el McDonalds de enfrente del Congreso estuvo abierto toda la noche.
Acá los negocios están cerrados. Los bares bajaron sus persianas después de la medianoche y sólo quedan algunos, poquísimos, maxikioscos. Por eso a la una de la mañana se siguen prendiendo parrillas. Puede parecer liturgia peronista, pero acá los compañeros tienen hambre. Y el chori se cobra, eh. No se regala, eh. Que acá no hay micros, no hay aparato, loco, eh. Nadie vino por el chori y la Coca. Ni siquiera vino por Néstor. Acá la gente, la mayoría de la gente, vino a hacer el aguante y a no sentirse tan sola. Vino a tratar de dejar claro que esta vez no, no nos van a volver a cagar.

Qué grande sos
Sí, claro, los pendejos. Sí, claro, la clase media progre. Sí, claro, los zurdos, los intelectuales, los universitarios, los profesionales. Por supuesto, todos ellos están. Pero también está el peronismo. También está la gente que se tuvo que tomar tres bondis para ver el cajón. Está Zulema, que vino de San Justo. Está la gente del Docke y otros que vinieron desde las provincias. También están (en primera línea) los militantes peronistas de veintipico, de treintaipico, esos productos tan típicamente Néstor que volvieron a sentir orgullo de ser peronistas. Que cantan la Marcha y se emocionan y hacen emocionar a quienes alguna vez nos emocionamos cantando la Marcha.
Otros hits: “Olé, olé, olé/ Nestoooor… Nestoooor”, con acento en la “o” alargada final. Pero sobre todo uno, bien peronista, que advierte: “Che gorila, che gorila/ no te lo repito más/ si la tocan a Cristina/ qué quilombo se va armar”. Ese y el de Cobos son los más escuchados. Los pibes proponen, advierten. Nadie dice boludeces, ni nadie evoca fantasmas. Hay un mensaje concreto: no jodan. Y viendo toda esa gente, sintiendo la emoción y la onda que hay en el aire, por un momento da para el entusiasmo, da para pensar que quien sabe, tal vez…

Oficialitis
Néstor irritó a nuestros enemigos y más allá de las diferencias, más allá de las medidas y aliados impresentables, más allá de la minería y el pejotismo, el espanto que generaban esos enemigos siempre pudo más. Y cada vez que alguno de estos enemigos mostraba los dientes y las uñas daba ganas de volverse más K que Orlando Barone. Sí, lo confieso: muchas veces, escuchando a Biolcatti, leyendo a Morales Solá o a Mariano Grondona o viendo algunos títulos de Clarín me dieron ganas de pasar por la galería Bond Street, tatuarme la cara de Néstor y Cris en la espalda y después salir, ir al estudio de Canal 7 donde se graba 678 y decir: “Mirá, Barone, a que vos no tenés un tatuaje así, soy más oficialista que vos”.
Desde el miércoles, cuando Néstor la quedó en Calafate, las bestias comenzaron a mostrar los colmillos. Son los mismos simios gigantes que quisieron dictarnos lecciones republicanas impresentables luego del velorio de Alfonsín, sin olvidar que ellos habían odiado a Alfonsín. Pero claro, Alfonsín se quedó ahí. Lo intentó tibiamente, arregló, no supo. Sí, por supuesto, vivió modestamente, no como estos millonarios santacruceños. Pero políticamente terminó devorado por sus enemigos, sin siquiera haber atinado a pelear como es debido. Se confió, actuó como una persona y, como tal, creyó en la humanidad de las bestias que lo rodeaban.
No, Néstor no era de esa estirpe. Néstor peleaba. Por eso, como bien dice Beatriz Sarlo, prefirió no convertirse en patriarca y morir luchando. Por eso, en su despedida, no hubo ningún Biolcatti, ningún Cobos, ningún Morales Solá, ningún Duhalde. Sí, claro, nadie se alimenta de vidrio: sí hubo un Scioli o un Gioja. Pero otra vez: se podrá criticar a los amigos, pero nunca se dudará de la calaña de los enemigos. Porque lo mejor de Néstor era cuando no dialogaba con quienes reclamaban diálogo pero en realidad querían exigir, y cuando se peleaba con quienes merecían que los cagaran bien a trompadas.
No se trata aquí de comparar entierros. Pero no sólo es necesario dejar en claro que a Néstor lo despidió por lo menos el doble de la gente que le dio el último adiós a don Raúl. También sería bueno recordar que entonces hubo algunos imbéciles que destacaron lo masivo del entierro de Alfonsín (que lo fue) y presagiaban una muerte en soledad para Néstor. Que la chupen, que la sigan chupando. Vos, gorila republicano, la tenés adentro. ¡Vamos todos! “Tomala vos/ dámela a mí/ el que no salta/ es de Clarín”.

9 años no es nada
Camino con Mariano Lucano y de repente tengo un dejà vu. ¡Esto parece el 2001! Cuando también caminé con Mariano, por estas calles, dos años antes de Barcelona. Bueno, no, nada que ver: todo está tranquilo, no hay represión, ni siquiera un poquitín de clima tenso o jodido, ni siquiera una pizca de paranoia. Hay miedo, sí, pero es un miedo por el devenir político, no por el presente, no por la caminata por estas calles. Y hay que decirlo aunque suene pelotudo o inocente: hay esperanza. Por lo demás, estamos como entonces. Nueve años no son nada. Somos los mismos que entonces. Y algunos otros, más pendejos, que podrían haber estado ahí.
Mariano me cuenta que ayer se cruzó con Diego Parés (el dibujante que mejor retrató el 20 de diciembre de 2001) y con el Niño Rodríguez. Me imagino que deben estar (como Mariano, como yo) descosiéndose el cerebro pensando en qué carajo van a decir, qué corno es lo que van a dibujar de todo esto. A mí se me enquilomba todo. No puedo parar de pensar, como todos los que estamos aquí. Como no podemos (sí, lo bueno de esto es lo fácil que es pasar del “yo” al “nosotros”) dejar de sorprendernos y emocionarnos, como todos los que estamos aquí.

Gracias totales
Aquí abunda el análisis político al paso. Lo admito, no puedo parar de hablar con todo el mundo. Charlo, discuto (ya lo dije, ¿no?). Por supuesto, se habla de quién ocupará el lugar de Néstor. Quién se bancará al PJ, quién evitará el aluvión Scioli, cómo hacer para no cagarla en este momento político que, bien manejado, puede ser bastante favorable para una salida digna. O sea, para evitar que el Mal Mayor se haga cargo del asunto. Y para neutralizarlos por un buen rato. El precio a pagar puede significar el convencimiento casi religioso de que aquello que considerábamos el Mal Menor se transforme de repente en un Bien Aceptable. O al menos que mude su domicilio a los suburbios del Bien, a pocas cuadras del Riachuelo o la General Paz del ideal ideológico.
Más allá de la especulación macro política, el verdadero desafío es ver cómo articular todo esta voluntad colectiva, este montón de ganas, de abrazos y de emoción al margen de toda especulación electoral. Por supuesto, lo electoral existe y es relevante. Pero nadie piensa en Máximo o en Alicia por aquí. Ya se verá si el hijo presidencial puede realmente ser una opción y si eso realmente puede ser bueno. Por el momento, parece tener menos carisma que Fabián Matus, pero estos momentos suelen hacer milagros. Si no, mírenlo a Ricardito Alfonsín.
Lo que realmente importa ahora es cómo salir de esta plaza. Y lo más importante, cómo hacer para volver a encontrarnos todos aquí, con esta misma emoción, con esta misma fuerza. Cómo tener la certeza de que, si nos joden, aquí vamos a estar. Aguantando los trapos. No los de Néstor ni los de Cristina. Los nuestros, los de los montones de personas que no queremos que nos rompan las pelotas. Los de todos aquellos que estuvimos horas y horas esperando para ver durante 30 segundos un ataúd cerrado, porque sabíamos que allí adentro había un tipo especial.
Un tipo que no fue ni un héroe revolucionario, ni un gran ideólogo, ni siquiera alguien muy parecido a nosotros. Sin embargo, ese tipo fue quien hizo el milagro de juntarnos, de hacernos tomar conciencia de que somos un montón y de darnos cuenta de que hay ciertas cosas que no vamos a permitir. Bueno, no exageremos, que somos frágiles. Pero al menos ahora sí tenemos claro que hay cosas con las que no se jode. Por eso, aunque sólo sea por eso, gracias Néstor.

viernes, 29 de octubre de 2010

el pueblo cumbiero está triste, recomendación cumbiera

Más allá de opiniones y sentimientos, hoy es una realidad indiscutible que el pueblo argentino está triste.
Se me ocurrió sugerir hoy una canción triste, y aunque en Youtube no figura la versión más linda, les dejo la de "Los del Fuego", que hicieron tantos covers que siempre te salvan...
El tema se llama "Vuela una lágrima" y es del chileno Alberto Plaza. Acá lo grabaron, entre otros, Los Nocheros.
La versión que recomiendo fuertemente es la de SANTAMARTA, un enorme grupo argentino cultor de la cumbia colombiana "pura" en los 90s. (atenti al nombre del disco en la foto)
Vuela una lágrima - Los del Fuego

En fin, la cumbia siempre presente en nuestra cultura popular... abrazo.

jueves, 28 de octubre de 2010

Néstor Kirchner


              Sin pensar demasiado, ayer cuando me enteré de la muerte de Kirchner sentí incredulidad primero, dolor y tristeza. El tipo estaba mal, nos lo decían esos que siempre nos venden pescado podrido y no les quisimos creer. Fue como Juanito y el lobo. Kirchner jugó a todo o nada y perdió la vida, murió en su ley.

        Al rato me metí al Facebook y leí a ex compañeros diciendo cosas como “una bala que nos ahorramos” o “Kirchner le habla a los gusanos”, o cosas más graciosas como “el dueño de la Barrick declaró que la muerte de Kirchner les deja una herida a cielo abierto”.
            También leí a Rosendo Fraga, el asesor del genocida Viola, haciendo un burdo intento por marcarle la cancha a la presidenta, como diciéndole: “ahora que se murió el zurdito, tu deber es venirte con los republicanos de bien”.
            Después de leer y escuchar bastante, desde los hipócritas compungidos (en esta categoría la repulsiva Patricia Bullrich se lleva todos los premios), hasta dirigentes de verdad conmovidos como Luis D´Elia (ustedes no se imaginan cuánto lo respeto o admiro, a este señor con mala prensa que siempre tiene la palabra precisa, la reflexión correcta, el posicionamiento adecuado).
            También estaban en la propia tropa los que decían cosas como: “murió el hombre que alejó para siempre a los 90”, o “se fue un revolucionario”. O sea, la muerte llama a la mesura, pero también a veces a la desmesura.
            Decía, después de ver un poco de todo salí a la calle. La gente estaba triste, muchos muy tristes. En Plaza de Mayo me emocioné varias veces. Un tipo que caminaba con su mujer se acercó a Tomada y le dijo: “dele muchas fuerzas a la Presidenta, digale que no está sola… ni se les ocurra dejarla sola”.
           
            Sobre Kirchner ya escribieron en estas horas muchos y muy bien. Recomiendo a Aliverti (kirchnerista), a Borón (marxista) y a Sietecase (socialdemócrata), para nombrar tres a quienes respeto mucho. También me gustó mucho lo que escribió Nélida, la diputada para la cual trabajo. Palabras sencillas y breves, con una frase muy lúcida.

            Para mi Kirchner fue de todo un poco. Fue los 90, fue ariete de la Repsol, fue un gran corrupto, un generador de negocios para los amigos y aliados.
            Fue también un político brillante, el hombre capaz de asumir un gobierno con menos del 25% de los votos, un país en ruinas con instituciones en la lona y un padrino poderoso, y recomponer el sistema (para bien y para mal), construir poder, quedarse con el aparato del PJ, desbancar a Duhalde, descabezar a la Corte Suprema
            Lo que más me gustaba de Kirchner era justo lo que más se le criticaba. Kirchner ponía el conflicto arriba de la mesa, obligaba a los hipócritas y a los cínicos a agudizar el ingenio para no desnudar sus mezquinos intereses de clase. Kirchner jugaba en política a “todo o nada”, y si bien sus objetivos no son los míos, soy de los que creen que la política es conflicto, que el consenso y el diálogo son, en el fondo, un gran chamuyo de los conservadores.
            Kirchner y Cristina fueron los impulsores de 6, 7 u 8 medidas concretas que muchos veníamos pidiendo a gritos desde hace años, y otras que ni se nos ocurrieron. Enumero: derogación de las leyes del perdón, renovación de la Corte Suprema, estatización de Aerolíneas Argentinas y de las jubilaciones, matrimonio para personas del mismo sexo, asignación universal por hijo, ley de comunicación audiovisual, retenciones.
            En estos años muchas veces sentí que Kirchner se enfrentaba realmente con el poder económico, el verdadero poder que gobierna el mundo. No con todos ni en todos los momentos, pero… ¿qué otros presidentes se enfrentaron realmente con la Sociedad Rural, con el grupo Clarín?
            Están los que cacarean desde afuera, que no hizo esto o aquello… No sé, yo últimamente vengo sintiendo que los cambios reales para bien o para mal no solo se hacen a través de la política sino mediante el Poder. Sin poder, hay declamaciones y declaraciones, hay corrección política y denuncismo, pero no hay transformaciones reales. ¿Cómo se construye el poder? En Argentina, nadie lo sabe como los peronistas, y Kirchner fue un ejemplo.

            Hoy amanecimos y leímos los diarios. Clarín nos dice claramente que la batalla continua. Mientras por un lado quieren marcar la cancha, ya empiezan a dibujar escenarios de inestabilidad política, especulan vergonzosamente, hablan del fin del kirchnerismo, dejan entrever una posible cooptación del gobierno por parte del duhaldismo, etc. Digamos, una vez más Clarín y sus mediocres voceros nos despejan las dudas.
            No tengo mucho análisis político para hacer. Creo que en una mesa chica se tomarán las decisiones fundamentales. Creo, como Borón, que lo deseable es que el gobierno se apoye sobre la militancia, una militancia amplia, convencida y entusiasta, una juventud politizada y apasionada. No debería descuidarse el “control” del llamado “aparato justicialista”, y fundamentalmente deberían profundizarse las políticas de inclusión social y de justicia y democracia en los más amplios sentidos.
            Si la decisión es esa (siento que si), muchos estaremos dispuestos a acompañar este proceso, a sostener con el cuerpo y la cabeza a este enorme cuadro político que tenemos de Presidenta, a una mujer que ahora deberá demostrar que tiene la personalidad y el temple para superar una pérdida que en lo personal ha de ser irreparable. No tengo dudas de que Cristina está enamorada de Néstor, de su compañero Néstor, como el primer día. Eso me conmueve.
            El kirchnerismo no es el gobierno que soñamos ni el que desearíamos, pero es el gobierno que el pueblo se supo dar, es un gobierno popular, que pierde donde las clases medias viven su realidad metropolitana y gana donde los pobres advierten los pequeños y grandes cambios. Se trata, amigos, de caminar por las mismas veredas por las que camina el pueblo, defendiendo y luchando por lo que pensamos, pero cada vez más siento que interpelar al pueblo desde la vereda de enfrente declamando “nuestra” única verdad es una ingenuidad, una pose que nos asegura la comodidad de la corrección pero nos borra la vocación de cambio real, la esperanza. Esperanza es lo que sentí ayer en la plaza. Esperanza, como la que se ve en este hermoso dibujo de Diego Parés, que quizás exprese lo que muchos sentimos o queremos.
             

viernes, 22 de octubre de 2010

La recomendación cumbiera de cada viernes

Corría el año 1995 y la cumbia sufría un cambio groso. De la mano de Commanche y el Grupo Sombras se abrían paso dos vertientes que marcarían el resto de la década. Por un lado, los grupos "armados" por las discográficas con chicos de pelo largo y uniformes coloridos. Por el otro, los grupos con historia que al calor de la incursión de la cumbia en la TV la pegaban y rompían todos los records de ventas. A esos dos orígenes responden respectivamente los dos grandes hits de aquel momento, Tonta y La Ventanita.
Bueno, en esa maraña de grupos nuevos que duraron poquito y nada surgieron Los Chakales, cuyo hitazo fue "Vete de mi Lado". Pero hoy les traigo el segundo corte de ese disco, "Casi la Mato".
Para prestar atención, la actuación de Samanta Farjat, otra exponente de la cultura mediática noventosa, y el contenido abiertamente homofóbico de la canción... por suerte los tiempos han cambiado.
Buen fin de semana, a disfrutarlo con cumbia!

Los Chakales - Casi la Mato

jueves, 21 de octubre de 2010

Reflexiones sobre el crimen de Mariano Ferreyra (estoy triste y enojado con todos)


             
Es un día muy doloroso para todos, pero sobre todo para los que hemos marchado y protestado y creemos en esa herramienta. Cuando pasa esto es como una especie de aviso, una amenaza para todos.

LA VERGONZOSA ACTITUD DEL GOBIERNO

            Lo primero: me da mucha bronca la actitud del gobierno, porque este hecho lo toca desde múltiples lugares (que ahora voy a desagregar), y justamente por eso era esperable que su reacción fuera otra, pero no.
            Ayer, ni bien sucedidos los hechos, la matriz explicativa del oficialismo era más o menos la siguiente: “acá hubo un hecho delictivo, un crimen, un homicidio. La justicia tiene que ir ´a fondo´ contra los autores ´materiales e intelectuales´. El que disparó es un asesino, un loquito, que la tiene que pagar”.
            Esta reacción, esta explicación, es no sólo sesgada sino también malintencionada. Digo mis porqués…

-         El gobierno (desde las primeras líneas para abajo, todos), conoce perfectamente el accionar de las llamadas “patotas sindicales”, que nunca llegan a estos extremos porque no les resulta necesario. Su poder de amedrentamiento es tan fuerte que no llegan nunca a enfrentamientos directos, pero su presencia es permanente.
-         Esto es institucional, y la Unión Ferroviaria es RESPONSABLE. Ayer veíamos a su Secretario Adjunto haciendo declaraciones muy liviano de cuerpo diciendo que “no los dejamos subir”, “respondimos agresiones”. Y luego al Secretario General respondiendo por los hechos, diciendo que no había sido una pelea con “trabajadores” sino con “piqueteros y militantes de izquierda”, como si la vida tuviera precio diferenciado.
-          El gobierno sabe por qué a Unión Ferroviaria (en verdad, a sus jerarcas), no le conviene que los trabajadores tercerizados sean efectivizados. Pensemos esto porque a simple vista no tiene sentido: a los gremios les conviene tener más aportantes, por eso de vez en cuando lo vemos por ejemplo a Moyano encabezando conflictos para que todos seamos camioneros. ¿Por qué a Pedraza no? La respuesta es evidente: Pedraza y sus secuaces tienen intereses económicos concretos en las empresas tercerizadas que subcontratan con las concesionarias de los trenes. A Pedraza le sirve más ser empresario que defender a los trabajadores. Esto el gobierno lo sabe.
-         La policía (en principio la Bonaerense, pero también la Federal), actuó en clara y evidente complicidad con la patota de UF. El ministro del interior, Randazzo, SE TIENE QUE HACER CARGO de esto.
-         Hay rumores de que el hijo del Secretario de Transporte Schiavi “andaba por ahí” un rato antes de la masacre. Si esto es así el funcionario tiene que renunciar inmediatamente y su hijo someterse a la justicia.


Mi propuesta (se la hice tímidamente al Jefe de Gabinete vía Twitter), es que la presidenta debería intimar públicamente a la Unión Ferroviaria a entregar a los responsables materiales del hecho en un plazo de 24 horas, bajo amenaza de intervenir el gremio. Si no lo hace, serán cómplices.

El tratamiento mediático y los “usos políticos”

            De ningún modo voy a caer en el facilismo de decir, como dijo el troskismo, que este es un crimen del gobierno, ni que lo mató Cristina y todo eso.
            En varios medios se ha cuestionado el “uso político” que se la da a esta muerte. Digamos que es un asesinato esencialmente político, donde matones sindicales ultimaron a un militante político. Por eso decía, que lo del gobierno derivando la resolución exclusivamente al ámbito judicial es vergonzoso.
            Sí, en cambio, desde algunas segundas líneas (y desde programas como 6,7,8), se aprovechó la ocasión para operar contra Duhalde, en respuesta a la clara operación que montó el Grupo Clarín contra los K. Ayer, por ejemplo, el lacayo Lanata hacía un análisis muy consternado con una “especialista”, y luego de que ésta contara con detalle el accionar de los chicos de Pedraza, el periodista le preguntó: “El otro día vimos en la cancha de River a la juventud sindical de la CGT, ¿de qué se trata?”
            Este tipo de operaciones burdas y malintencionadas olvidan, por ejemplo, que la UF no apoyó el acto en River, que una cosa son las patotas de cada gremio y otra cosa es una organización intergremial como la J.S. Yo no voy a defender a Pablo Moyano, pero una cosa es otra cosa y Lanata y su mala leche me tienen cada día más cansado.
            Todos estos “usos políticos” no son ilegítimos, por aquello de que se trata de un crimen político, con causas y consecuencias políticas. Por eso nadie con un poco de claridad debería salir a reaccionar del mismo modo que si se tratara de un secuestro o una salidera bancaria. No es lo mismo. Por eso Cristina, Anibal y demás tuvieron una actitud cobarde y cómplice. Los que me conocen saben que últimamente me he encontrado más veces defendiendo al gobierno que atacándolo, pero no voy a comprar cualquier sapo, esto no lo puedo aceptar.


EL ANÁLISIS POLÍTICO: “CONDUCIENDO CONFLICTOS, CHOCANDO A LOS LABURANTES”

            Quiero hacer finalmente una reflexión políticamente incorrecta, pero es lo que siento y lo tengo que decir. Los que hemos militado en el troskismo conocemos bien la estrategia por la cual estos partidos “intervienen” en los conflictos, enviando militantes a solidarizarse, tratar de dialogar con “lo mejor del activismo” de cada conflicto, intentar reclutar algunos para el partido y, en el mejor de los casos, tomar algún protagonismo en la dirección de los conflictos. Recuerdo haber participado de situaciones similares, por ejemplo, en aeroparque con LAFSA, donde conocí a G.L. uno de los dirigentes jóvenes genuinos que da gusto ver asomar, que coqueteó con el partido y ahora no sé en que anda. Otros casos en los que la izquierda apareció en el conflicto y pudo terciar fueron por ejemplo Jabón Federal, Kratf, Brukman, etc.
            Al parecer lo sucedido en este conflicto sigue más o menos estos carriles, los caminos frecuentes. Un proceso se radicaliza, y la participación de la ultra izquierda lo apuntala y ayuda a sostenerlo con militantes. Siempre pensé que la dirigencia troskista argentina, más habituada a conducir a jóvenes militantes universitarios que a intervenir en conflictos laborales, suele cometer cuando “co-dirige” luchas sindicales, errores graves que en muchos casos terminan en aislamiento, en hechos de represión e incluso a veces con compañeros trabajadores en la calle, culpa de la falta de visión estratégica de estos dirigentes (que no se están jugando su futuro y el de su familia), y la ausencia de criterios de negociación.
            Como dije en la nota del otro día, a veces la radicalización es negativa si no está acompañada y sostenida por el grueso de los trabajadores. Una ultrada sin sostén es peligrosa, sobre todo cuando del otro lado no está el decano de una facu sino un grupo de criminales al servicio de un burócrata sindical con vasta experiencia en dictaduras y democracias. 
    Digo, a veces vemos la capacidad de movilización del movimiento piqutero troskista y no deja de ser interesante. Ahora, es sintomático que en este tipo de situaciones "complejas" la capacidad de aguante se reduzca al muy reducido grupo de militantes genuinos y convencidos, como lo era Mariano. Esto también hay que reflexionarlo a la hora de hablar de militancia y poder de movilización.
            De ninguna manera hago responsables a las víctimas de esta salvajada, pero no quiero dejar de lamentarme por estas direcciones sin criterio, sin visión estratégica, que en su vocación de “ir por todo” muchas veces terminan con las manos vacías.



Recomiendo especialmente dos notas:
La de Fabián de Conurbanos, una buena persona:
La del semanario Kuanip de mi Tierra del Fuego, una visión alejada y de una persona un poco más grande, muy emotivo y lúcido:

viernes, 15 de octubre de 2010

La recomendación cumbiera de cada viernes

http://www.youtube.com/watch?v=yBF-KL6ZDrY
http://www.youtube.com/watch?v=BBU59yzNGUg

Esta sección la empecé hace varias semanas en Facebook y TW y debido a su éxito (??) la traslado acá para poder extenderme más.

Este viernes les dejo dos versiones de un clásico: "Sonora Everest - Cuando acabe el Placer".
Esta versión cumbiera del hit de la banda brasileña So Pra Contrariar es una de esas cinco o seis canciones que identifican al Tropitango, que suenan siempre en el momento cumbre de la noche, más allá de las modas.

La Sonora Everest es una banda mexicana que viene tocando hace 20 años aprox, mechando covers cumbieros de hitazos con cumbia colombiana de la clásica. Es uno de esos raros ejemplos de bandas que adquieren mucha trascendencia casi exclusivamente a partir de reversionar canciones (acá tenemos el ejemplo de Los del Fuego).

Les dejo la versión de estudio y una en vivo junto a Damas Gratis, banda insignia de nuestra querida zona norte.

A disfrutar el fin de semana!

jueves, 14 de octubre de 2010

La toma de Sociales y del palacio, algunas opiniones de un ex casi troskista

En general tengo una especie de escala para valorar las medidas de fuerza y las acciones políticas. Yo no estoy en contra, per se, de ninguna acción, no estoy en contra de la toma de edificios, de las huelgas, de los cortes de rutas o calles, o hasta de cosas más heavys como se dieron en otro momento: secuestros con fines políticos, etc.
De hecho, estoy a favor de cualquiera de esas medidas cuando están respaldadas con el cuerpo por un sector importante y masivo de aquellos cuya representación se arrogan los que dirigen el movimiento. Siempre digo, para cortar una calle tenemos que ser la gente suficiente como para ocupar toda la acera. Las escenas que se ven a menudo de 15 tipos cortando una avenida con ayuda de la policía me parecen una deformación burda de las luchas históricas, ayudadas por la sana actitud de este gobierno de no reprimir, incluso cuando las protestas son aisladas.
Clarificando, estoy convencido de que lo importante al analizar una medida de fuerza no es el método utilizado sino la correlación entre ese método y, precisamente, la fuerza que sostiene a la medida (jueguito de palabras estilo Bergman…). Los motivos de esta opinión es sencillo, en general las medidas aisladas, las “ultradas”, no consiguen los objetivos verdaderos.

Entonces… hablemos del conflicto en sociales.

Soy de esa facu, allí adquirí gran parte de mi escasa formación política y allí “aprendí” a militar. Hace dos o tres años que terminé de cursar, así que no seguí el conflicto desde adentro, sino a través de ex compañeros, amigos, medios, y la inefable Internet.
Dos líneas, a riesgo de pelearme con amigos, sobre el inicio de la toma. Por un lado, hace muchísimos años tenemos la necesidad de un edificio único. En el comienzo de los 2000 la facu tuvo una explosión demográfica incontrolable, Marcelote volvió a quedar chico, Ramos no pudo contener a las carreras más masivas, la sede de Constitución… NO SE TERMINA NUNCA! La pelea por edificio único atravesó la toma del rectorado en 2002, también las de la facu en 2006 y 2008, y ahora la de 2010.
Ahora bien, la de este año tuvo el ingrediente de la lucha entre el Cecso y las autoridades por los subsidios para los espacios de publicaciones (el análisis de las formas en que se denominan esos subsidios de uno y otro lado, se la dejamos a Voloshinov). Justo el día que el Consejo Directivo discutía este tema, pim pum pan, se cae una ventana, los que “pasaban por ahí” deciden que se toma la facu, y a buscar las bolsas de dormir a Belgrano y Caballito, que hay que bancar la parada. Nada muy distinto a otras veces, siempre en cada conflicto político el fondo es económico (ya lo dijo más o menos así, Marx). Bueno sería, si, que nos sinceremos sobre los motivos reales, para que la política universitaria no reproduzca los peores vicios de las grandes ligas. Esto es así, la toma estuvo intimamente vinculada con los subsidios, no me vengan con chamuyo, somos pocos y nos conocemos bastante.

Y de ahí lo de siempre, las medidas se empiezan a desgastar, las autoridades que no dan el brazo a torcer (“que no se puede”, “que no hay plata”, “que no nos dan”, “que la culpa es de don pirulero”)… Y entonces… zas! A copar el Pizzurno!
Si la dirigencia estudiantil tuviera la legitimidad entre sus representados para movilizar, no te digo 10.000, pero por lo menos mil, no te pido que sean todos alumnos, pero aunque sea militantes, al ministerio de Educación y entrar por la fuerza, me saco el sombrero y doy mi apoyo irrestricto. Pero no… los pibes de siempre, los militantes (cincuenta, sesenta) y “lo mejor del activisimo” (asi nos enseñaron a llamar a los estudiantes no agrupados que participan de los conflictos), totalmente solitos y tratando de entrar a la fuerza, usando un no se qué de ariete, llevándose todo por delante y siendo repelidos y detenidos por la policía. Por cierto, muchachos… reprimir es otra cosa! Si te metés como loco en un edificio público por la fuerza, qué pretendés? No te van a invitar un café… De nuevo, no digo que esté mal de por si, pero es obvio que alguien te va a oponer resistencia porque para la legislación “burguesa” estás cometiendo un delito bastante grave.

Entonces…

Esa acción aislada, casi ridícula, de espaldas al estudiantado…. CONSIGUE EL OBJETIVO! El gobierno cede, otorga la partida que “no estaba”, y sufre una derrota política en todos los frentes. Amigo, si la plata estaba y el Beto Sileoni se aparecía hace dos meses a firmar los papeles metían un golazo. Ay beto beto….
La verdad me tengo que sacar el sombrero por los troskis negociando adentro del palacio y saliendo con semejante logro.
Escribió mi ex compañero Nico, regocijándose, que esta era una demostración para los que los criticaban por querer “la chancha y los veinte”… tiene razón!

Sigo pensando que el principal objetivo, de todos modos, es en todos los frentes de la política trabajar para convencer a la mayor cantidad de personas, incluso convencerlas de tomar medidas fuertes y hasta violentas. Sin violencia de ningún tipo, no vamos a ningún lado eh.
Creo también que este tipo de acciones son irresponsables y solamente dan resultados en el ámbito universitario. Todos sabemos que cuando los amigos troskistas quieren intervenir en un conflicto de trabajadores del sector privado en general no les va muy bien a quienes compran el discurso.
Mientras más pesado es el escenario, las acciones aisladas son más peligrosas y contraproducentes. Pero en la facu, terreno de pruebas y formación de cuadros, se puede hacer más o menos lo que se quiera… Y HASTA GANAR!
Que el objetivo final y real de los partidos (hablo por los troskistas que son los que conozco), en este tipo de movidas es siempre autoproclamatorio, que se trata de conseguir militantes para “construir el partido” (mamma mia!), que lo que hay que hacer es “captar lo mejor del activismo”… todo eso también habría que decirlo, no? Digo, esos son los fines, estos son los medios.

La otra vez, no me acuerdo hablando de qué piquete, Grondona decía con cara de preocupación: “el mensaje que nos deja esto es que para obtener las cosas hay que protestar, que el que no sale a la calle no gana nada, que por las vías legales no sirve hacer las cosas”.
Y si Mariano! El sistema está preparado para que sea así, por eso sigo pensando que el concepto de clase y el de lucha de clases son necesarios y fundamentales para entender la política.
Ahora, en la Universidad no me vengan a hablar de lucha de clases porque ahí si que nuestra confusión de chicos rebeldes de clase media nos termina comiendo vivos.

Así de interesante es la política, se puede hacer todo bien y perder, se puede hacer todo mal y ganar. El problema es pensar que haciendo todo mal se puede ganar siempre. Es como en el futbol, a la larga si no tenés a la gente de tu lado te quedás solito.