lunes, 21 de mayo de 2012

los 10 mejores KOs de la historia del boxeo argentino

Bueno, después de muchas horas de laburo terminé algo que me venía proponiendo hace meses. El criterio fue elegir las definiciones más importantes de la historia de nuestro boxeo. En la mayoría de los casos prevaleció la importancia de la pelea y el nivel del rival, aunque a veces también quise destacar a algún boxeador importante aunque el KO no haya sido tan brillante.
Algo en común de todas las peleas elegidas es que fueron en el exterior. No es casualidad, que los combates más recordados son esos en que los boxeadores argentinos ganaron de visitantes. Me quedaron afuera campeones fundamentales como Laciar, Salazar, Vazquez, Chacón, entre otros. También me quedó afuera un ídolo indiscutible como Ringo Bonavena.
Espero que les guste, los que quieran agregar otras grandes definiciones lo pueden hacer.
Como verán, están ordenadas cronológicamente. Al final del post, un bonus track dedicado al boxeo femenino.



1 ) Pascual Pérez a Sadao Yaoita. Osaka, Japón. 5 de noviembre de 1959.
Con 33 años, el mendocino que ostenta el privilegio de ser el primer campeón mundial argentino (además fue oro olímpico en Londres 1948), volvía a Japón para tomarse revancha de Yaoita, quien lo había vencido por puntos casi un año antes. Esta fue la última defensa exitosa del título mosca, que Pérez había ganado en 1954.
En el round 13 Pascualito conecta dos ganchos al cuerpo que desarman al japonés, a quien termina de derribar con un toque en la cabeza. Merecido homenaje para este gigante del boxeo argentino, campeón mundial en épocas en que ponerse el cinturón significaba casi siempre ser el campeón.
Pérez completó su carrera con 84 victorias (57 KO), 7 derrotas y 1 empate.


2) Nicolino Locche a Takeshi Fuji. Tokyo, Japón. 12 de diciembre de 1968.
Locche tenía un estilo que lo inmortalizó, convirtiéndolo en el boxeador más idolatrado y recordado por la gente que no forma parte del mundo del boxeo. Sin tener pegada, basaba sus victorias en la defensa, arte que manejaba como pocos en la historia de este deporte. Hagan el ejercicio de preguntarle a una tía o algún amigo o pariente más grande qué recuerdan del boxeo de antes, y casi seguro les va a hablar de Nicolino.
Fuji era el campeón del mundo AMB y CMB welter jrs, y en su casa defendía por su segunda vez la corona AMB. Locche ya tenía para ese entonces más de 100 peleas como profesional en diez años de carrera, e iba por su primera chance mundialista.
En común con la pelea anterior tenemos que ambos son mendocinos y que las dos batallas fueron en Japón. En este caso no es estrictamente un KO, puesto que Fuji se retira, no saliendo a combatir en el décimo round. El japonés estaba no solamente muy golpeado sino que totalmente destruido psicológicamente, producto de atacar permanentemente, errar golpes y recibir toques de contra cada vez que avanzaba. Su cara en el descanso antes de abandonar es elocuente: lleno de machucones, parece darse cuenta de que nunca le iba a poder pegar al mendocino. Locche fue un gigante, un verdadero ídolo, que fue moldeando el estilo que “le gusta a la gente” en Argentina. Lo recordamos con su más resonante triunfo.
Nicolino se retiró en 1976, con un record de 117 ganadas (14 KO), 4 perdidas y 14 empates.


3) Carlos Monzón a Nino Benvenuti. Roma, Italia. 7 de noviembre de 1970.
Si de Monzón ya se escribió y se dijo todo, no está de más recordar que el italiano Benvenuti fue un enorme campeón, que reinó en las categorías superwelter y mediano, y que cuando enfrentó al santafesino Monzón, tenía sólo 4 perdidas en 87 peleas, habiendo hecho 10 peleas por título del mundo. A este crack, y en su propia casa, se enfrentó Carlos Monzón en 1970, en su primera intentona por los cinturones AMB y CMB de la categoría mediano, que ganaría y defendería en trece ocasiones (en verdad el CMB lo expuso 10 veces), retirándose campeón.
En el video vemos como promediando el round 12, Monzón lleva contra la esquina, lo mide con un Jab zurdo y lo aniquila con una especie de cross de derecha letal, bastante heterodoxo pero muy efectivo. Enmudeció el Palacio del Deporte en Roma, y el santafesino comenzaría con el reinado más espectacular en la historia de nuestro boxeo, que lo convertiría en posiblemente el mejor exponente argentino de todos los tiempos.
Monzón se retiró con un total de 100 peleas profesionales, ganando 87 (59 KO), perdiendo 3 y empatando 9.

4) Víctor Emilio Galíndez a Richie Kates. Johannesburgo, Sudáfrica. 22 de mayo de 1976.
Galíndez se había coronado campeón mundial AMB de la categoría semi pesado en el Luna Park en diciembre de 1974, y cuando le tocó enfrentar a Kates ya había realizado cuatro defensas exitosas del cinturón. El mismo día que en Estados Unidos asesinaban a Ringo Bonavena, se viviría uno de los más espectaculares triunfos en la historia del boxeo argentino. En el tercer round Kates alcanza y lastima con un cabezazo que da toda la sensación de ser intencional. A partir de ese momento la pelea se torna dramática, porque de la herida de Galíndez comienza a brotar muchísima sangre (no recuerdo ninguna pelea en la que un boxeador sangre tanto). La imagen de la camisa ensangrentada del árbitro Christodoulou es inolvidable. El santafesino de Vedia logra sobreponerse a la adversidad, y casi ciego combate los 15 rounds reglamentarios. Galíndez, que era derecho, usaba mucho el gancho zurdo de partida, un golpe que no necesitaba elaboración ni combinaciones. Durante esta pelea, una y otra vez esa gancho llega sobre la cabeza de Kates, hasta que faltando un segundo para finalizar el último round, una combinación de tres golpes casi idénticos mandó al norteamericano a la lona, decretando un KO memorable, con el que Galíndez demostró no solamente su tremenda potencia, sino su gran capacidad física y sobre todo un amor propio gigante. Al año siguiente harían la revancha, que volvería a ganar el argentino.
Víctor Emilio Galindez se retiró en 1980 con 55 victorias (34 KO), 9 derrotas y 4 empates.


5) Juan “martillo” Roldán a Frank Fletcher. Las Vegas, Estados Unidos. 10 de noviembre de 1983. Uno de los ídolos que tuvo la prolífica década de 1980 para el boxeo argentino, martillo Roldán nunca pudo obtener el dificilísimo título de la categoría mediano, al que aspiró en tres ocasiones, perdiendo contra los legendarios Marvin Hagler, Tommy Hearns y Michael Nunn. Antes de su primer pelea mundialista, se enfrentó en el mítico Madison, en una virtual eliminatoria con el norteameriano Frank Fletcher, a quien le propinó un KO de gran factura. Corría el sexto round y Roldán mantenía a raya a Fletcher con una variada propuesta de golpes curvos (también algún que otro recto tiraba). En un cruce, cuando el yanqui daba el paso al frente, el cordobés hizo gala de su apodo y lo paralizó con un martillazo ascendente que se coló por la guardia del moreno, dejándolo knock out parado. Lo único que atinó a hacer fue retroceder unos pasos, recostarse en las cuerdas y esperar el final de la faena, que vino con otro martillazo, esta vez un swing (corríjanme expertos si me equivoco) de derecha, que simplemente mandó a dormir al rival.
Por la potencia y espectacularidad, y por la idolatría que supo ganarse Juan Domingo Roldán batallando contra los mejores del mundo, vaya el recuerdo de esta pelea.
Martillo Roldán se retiró en 1988, luego de perder su tercer chance mundialista, con 67 victorias (47 KO), 5 derrotas y 2 empates).


6) Juan Martín “látigo” Coggi a Patrizio Oliva. Sicilia, Italia. 4 de julio de 1987.
El flamante campeón argentino de la categoría welter jrs, probaba suerte fuera del país por primera vez. Le tocaba viajar hasta Italia para enfrentar al napolitano Oliva, entonces titular del cinturón AMB de la categoría, que le había arrebatado al también argentino Uby Sacco, y que exponía por tercera vez, en su país y ante su gente. Coggi contaba en ese entonces con 25 años, y en los pronósticos previos estaba lejos de ser el favorito en esta contienda. El video que está en youtube es un material hermoso, porque a la espectacular victoria le agrega el condimento del relato de un joven (y aflautado) OSVALDO PRÍNCIPI, para mi gusto el mejor narrador deportivo de habla hispana. La pelea la subí completa, y el que no se le ponga la piel de gallina no tiene corazón.
El hombre de Brandsen no había arrancado bien la pelea, evidentemente sentía la presión, y en las imágenes se lo ve demasiado estático y fuera de distancia. Pero en el tercer round, en medio de intercambios intrascendentes, salió con jab de zurda que apenas rozó la quijada de Oliva, pero que vino seguido de una zurda demoledora, que desconectó al italiano de la realidad, sacándolo del ring. Si bien se recuperó, la pelea estaba terminada, y para el argentino fue simplemente volver una y otra vez con esa zurda tremenda, hasta derribar definitivamente al rival, para alzarse con el título mundial.
Coggi se retiraría en 1999, tras haber totalizado 15 peleas por título mundial, y exhibiendo un record profesional de 75 triunfos (44 KO), 5 derrotas y 2 empates.


7) Jorge “locomotora” Castro a John Davis Jackson. Monterrey, México. 10 de diciembre de 1994.
Cuando hablamos de Castro estamos hablando, seguramente, del último gran ídolo popular que tuvo el boxeo argentino. Un hombre que nos regaló enormes peleas, al que su desprolijidad en una etapa de su carrera lo hizo terminar peleando con cerca de 85 kilos cuando se había iniciado en los 69,850 de la categoría superwelter. Lo que sin dudas tuvo Castro fue muchísimo talento y carisma. En 1994, luego de haber obtenido su título contra Reggie Johnson en Tucumán y haber hecho una defensa accesible en su ciudad natal Caleta Olivia, Castro viajaba a México a enfrentarse con el gran desafío de su carrera. El invicto estadounidense John David Jackson intentaría arrebatarle la corona, y era favorito para hacerlo. La pelea se desarrolló de acuerdo a las predicciones, e iniciando el noveno asalto las tarjetas de los jueces tenían arriba a Jackson entre 5 y 9 puntos. Promediando el round, el retador conecta un par de combinaciones y la defensa del campeón parece hacerse endeble. Castro se recuesta sobre las cuerdas, recibe los golpes y pasa varios segundos sin sacar una mano. De todos modos los golpes no parecen hacerle daño, hasta que en el centro del ring recibe un cross zurdo perfecto en la cara, que lo deja paralizado. Castro vuelve sobre las cuerdas y Jackson, atropellado, intenta definir el pleito. En el momento más drámatico, el argentino se acurruca y sale con un ascendente de zurda que no llega a destino, pero atrás sale un gancho zurdo demoledor, que alcanza al retador de lleno en la quijada, mandándolo a la lona instanteamente. La pelea estaba terminada, y si bien el árbitro inexplicablemente le da el pase, luego fue cuestión de segundos el remate.
Castro defendió dos veces más el título antes de perderlo en Japón. Luego pelearía, entre otros, con la leyenda del boxeo latino Roberto “mano de piedra” Durán, y seguiría dando grandes espectáculos hasta su retiro en 2007, luego de varios incidentes que lo definen como un mal profesional, que terminó dando una mala imagen, presentándose a combatir excedido de peso y en pésimas condiciones.
Castro, el último ídolo del boxeo argentino, dejó el boxeo a los 40 años, portando un extraordinario record de 130 peleas ganadas (90 KO), 11 perdidas y 3 empates.  


8) Omar Narváez a Bernard Inom. Bercy, Francia. 5 de diciembre de 2005.
Narváez está en el Olimpo de los grandes del boxeo argentino de todos los tiempos.  Reinó en las 112 y en las 115 libras, y es campeón del mundo desde hace 10 años de manera ininterrumpida. Al día de hoy lleva realizados 21 combates por título del mundo, habiéndose calzado dos cinturones y habiendo batido todos los records de defensas, reteniendo el OMB mosca en 15 ocasiones. La mayor parte de su carrera la hizo en Argentina, por eso no fue fácil encontrar un triunfo espectacular en condición de visitante. Sin embargo, creemos que el pequeño patagónico no puede estar ausente en este ranking, y lo homenajeamos recordando su combate ante el francés Bernard Inom, realizado en Francia y definido por el “huracán” por Knock Out técnico en el undécimo asalto.
En las imágenes vemos un Narváez auténtico, que basa su boxeo en sus enormes capacidades defensivas, y que trabaja justamente atacando con golpes no tan potentes (que muchas veces parecen repiqueteos), y liquidando las peleas generalmente en los últimos rounds, ante rivales exhaustos y cansados de errar y recibir. El KO no es en sí mismo espectacular, pero nos pinta de cuerpo entero a un gran de nuestro boxeo.
Omar Narváez sigue en actividad, y a sus 36 años contabiliza 36 triunfos (19 KO), 1 derrota y 2 empates.


9) Jorge Rodrigo Barrios a Janos Nagy. Los Ángeles, Estados Unidos. 20 de mayo de 2006. Quien escribe este blog es hincha de Tigre, y además siempre tuvo debilidad por el boxeo de la hiena Barrios. Si quieren otro día les digo lo que opino de la condena social, mediática y judicial que recibió (cuando metan en cana y escrachen a Buonanotte por los tres pibes que se cargó les cuento). Pero acá hablamos de boxeo. La pelea de Barrios contra “popó” Freitas, que perdió por TKO en el último round en 2003, es para mi la batalla de esa década. Pero bueno, esa no la ponemos porque no viene al ranking.
En fin, Barrios venía desarrollando una interesante carrera nacional, y había probado suerte con un organismo “mundial” no reconocido, en el que obtuvo un título de los llamados “cinturones truchos”. Luego, perdió su primera chance mundialista en la pelea con Freitas, y dos años después lo volvió a intentar contra el campeón invicto Mike Anchondo (siempre en la categoría superpluma, menos de 58,970kg), que había ganado el título vacante en combate contra el también argentino Julio Pablo Chacón. El KO de Barrios a Anchondo fue en el cuarto round y habla más del flojo nivel del entonces campeón que del lucimiento del argentino. Posteriormente, y luego de dos combates relativamente accesibles, el boxeador de Tigre volvía a los Estados Unidos para defender su cinturón ante el invicto húngaro Janos Nagy, poseedor de varios títulos intermedios y 29 años en ese momento. Como verán en el video, la pelea fue corta, ya que en uno de los primeros cruces la hiena lo destruyó con un gancho zurdo al hígado artesanal, de esos que no lucen pero dejan a los boxeadores imposibilitados de seguir combatiendo. Así retuvo su cinturón, que le robaron perdió, en su próxima defensa por decisión dividida contra Joan Guzmán.
Jorge Barrios fue un boxeador aguerrido, potente, de mucho amor propio y hasta cierto punto de su carrera, un excelente profesional. Lo que hizo después con su vida no es materia de opinión para mi. Ya cada uno habrá sacado sus conclusiones y tendrá sus opiniones.
Vaya este reconocimiento para un enorme boxeador y un gran campeón.


10) Sergio “maravilla” Martínez a Paul Williams. New Jersey, Estados Unidos. 20 de noviembre de 2010.
No vamos a ahondar en detalles sobre el hombre del momento. Limitándonos a la parte deportiva, digamos que este nacido en Quilmes se fue de Argentina en plena crisis del 2001, con 25 peleas profesionales. Había peleado con Antonio Margarito, perdiendo por KO, en febrero de 2000, y luego se había consagrado campeón argentino de la categoría welter. Su carrera la continuó en España, desde donde comenzó a incursionar en Inglaterra y luego en Estados Unidos. Construyó sus oportunidades, ganándose la oportunidad de enfrentar y vencer a Alex Bunema por el cinturón interino del Consejo Mundial de Boxeo en la categoría mediano, lo cual le abrió las puertas para defenderlo contra Kermit Cintron, con quien empató. Luego, en diciembre de 2009  y sin título en juego, le robaron perdió en un fallo discutidísimo contra Paul Williams, a quien tuvo la oportunidad de enfrentar en pelea revancha el 20 de noviembre del año siguiente. La pelea y la definición la vimos todos (acá la pongo en slow motion para poder apreciar bien el cruzado matador y los efectos inmediatos sobre Williams), y lo catapultó a Martínez como una de las grandes estrellas del boxeo mundial, y uno de los mejores libra por libra del momento.
A los 37 años su carrera continua, y posiblemente el 15 de septiembre de este año pueda realizar la pelea que tanto viene buscando con Julio César Chávez jrs o con Andy Lee. Por ahora,  ostenta 49 victorias (28 KO), 2 derrotas y 2 empates.
Lo más importante de Martínez es que con su carisma y sus victorias está logrando que al boxeo se le abran puertas que hace rato tenía cerradas, y que mucha gente no fanática de este deporte quiera ver las peleas, consuma boxeo y hable de boxeo. Bienvenido sea.

Bonus track, boxeo femenino

Alejandra “locomotora” Oliveras a Jackie Nava. Baja California, México. 20 de mayo de 2006.
No es Alejandra Oliveras ni por asomo la mejor boxeadora argentina. Si bien es potente y aguerrida, tiene algunas limitaciones técnicas, lo que hacen que para mi gusto Marcela Acuña, Érica Farías, Yésica Bopp y Yésica Marcos estén por encima suyo. Sin embargo, con recién 7 peleas profesionales en su haber, se lanzó a la aventura de pelear por el título supergallo del CMB, de visitante absoluta y ante la enorme Jackie Nava, que es ella sí una de las grandes exponentes que tuvo el boxeo femenino desde su surgimiento. La pelea se desarrolló en México, y la pugilista argentina ganó con un KO espectacular en el octavo round. Cuando la azteca se venía, Oliveras respondió con un gancho ascendente de zurda que mandó a Nava a la lona por toda la cuenta, sorprendiendo a propios y extraños.
La carrera de Oliveras luego se diluyó un poco, quizás porque en 2008 perdió con la tigresa acuña, quizás por algunos errores de sus manejadores, quizás simplemente porque no tiene el boxeo para estar en la elite mundial. Sin embargo nunca le esquivó a los compromisos, obtuvo títulos en diferentes categorías (recordemos una vez más que el valor de los cinturones mundiales en boxeo femenino es aún más relativo que en masculino, puesto que hay muchos títulos y no tantas boxeadoras).
Para nosotros, sin dudas este es el KO más espectacular de la historia del boxeo femenino argentino, y por eso merece ser mencionado.

3 comentarios:

  1. Federico García22 de mayo de 2012, 5:30

    Locomotora Castro, desparpajo, desprolijidad y mañas de un campeón. Era impresionante. En un noveno round podía darse el lujo de jugar con el rival, dando imagen de agotado, exausto, para que el otro baje la guardia, se arme de confianza y vaya a rematarlo. Pero el Roña le tiraba un yunke por la cabeza colocándolo en su lugar. Un genio como pocos.
    Manuel, gracias por este texto, una joya para leer y releer. Excelente laburo. Un abrazo querido.

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  2. una bajeza lo de buonanote.

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